lunes, 6 de octubre de 2008

VOLVERÉ A HACER SONAR UNOS TACONES

Esto no es una despedida, es un hasta pronto. Ahora mismo no tengo mucho tiempo para casi nada y he de hacer casi de todo, así que como no puedo postear tanto como desearía..., durante un tiempo, espero que sea corto, estaré ausente.
Intentaré visitaros, en la medida de lo posible, por aquello de no perder la costumbre.

Gracias y nos vemos pronto.

Al son de unos tacones

miércoles, 10 de septiembre de 2008

¿ME AYUDAS A INUNDARLE DE COMENTARIOS?

No me gusta hacer de pedigüeña, pero esta vez es diferente. Tengo un amigo, que bien merece un pan, y éste amigo tiene un blog con unos textos fantásticos, los cuales os invito a leer y a comentar.

Hoy estoy traviesa ;P

Espero que J.A. no se enfande. Ya sabes que lo hago de buena fé y porque quiero que todo el mundo disfrute de tus letras... Éstas sí que merecen un pan.


Gracias


Besos

martes, 9 de septiembre de 2008

MUJER DESCONOCIDA - RELATS CONJUNTS


Desde Relats conjunts nos invitaban a crear un texto a partir del cuadro "Mujer Desconocida"


La verdad es que aquella mujer no tenía nada atrayente, más que su sombrero de plumas que en pleno siglo XXI era bastante vistoso. Seguramente algún diseñador lo vuelva a poner de moda, pensé.

Me entremetí entre los callejones que daban a la tienda de antigüedades del Sr. Ramiro, bisnieto, nieto e hijo de anticuarios. Era tal la devoción que sentía por su trabajo que hasta su cara parecía haber salido de un cuadro del medievo. Al entrar en el establecimiento, sito en la calle del Arte, nº 7, percibí ese olor a polvo y a polillas tan característico de los muebles antiguos con falta de ser restaurados. Ví al Sr. Ramiro y me llamó la atención un retrato que tenía justo detrás de él. ¡Era imposible!, aquel retrato era la viva imagen de la mujer que hacía escasos minutos había visto en la calle, el sombrero de plumas y su faz blanquecina no dejaban lugar a dudas.

Pregunté si ahora se dedicaban a hacer retratos, quizá esa mujer quería parecerse a algún antepasado suyo. El Sr.Ramiro, con esa educación que emanaba, me dijo que no, que ese cuadro que yo señalaba llevaba allí no sabía el tiempo, desde que él tenía razón de ser aquel cuadro había estado allí. El autor era desconocido y a nadie parecía haberle interesado jamás.

Me sentía pertubada y quise encontrarle lógica, al igual alguien había entrado anteriormente al establecimiento y había visto el cuadro, después había decidido vestirse así para hacer un teatrillo y ganarse unas monedas, en la zona los mimos y otros artistas eran muy frecuentes.

Volví a mi casa sin haber comprado lo que quería, ya volvería al día siguiente.


Era una mañana fresca de otoño y salí de casa para ir a la tienda del Sr. Ramiro, hoy compraría el escritorio que necesitaba para mi nueva sala de lectura.

Al llegar al nº 7 de la calle del Arte, miré y volví a mirar, no había ni restos de la casa de antigüedades que tantas veces había visitado. El local estaba allí, era el nº 7, entré dentro y desde luego el Sr. Ramiro no estaba. El local parecía abandonado hacía tiempo, pero yo sabía que eso era imposible, pues ayer mismo había estado allí. Nada en la calle del Arte parecía estar en su sitio, me fui cabizbaja pensando en lo raro del asunto. Al llegar a mi nuevo piso, el que todavía no había podido acabar de decorar, me encontré una sorpresa: Encima de la chimenea había un cuadro colgado: el de aquella mujer del sombrero. No me pareció una mujer desconocida, porque la cara de esa mujer era la mía propia.

lunes, 8 de septiembre de 2008

EMPIEZA EL COLE


Empieza el cole, mi princesa ya va al parvulario. Le ha tocado en una clase llamada AGUA.



Hoy nos han dicho lo que hemos de abonar en concepto de material y gastos varios: 205€. Pero, además, nos han dado una lista de utensilios que tenemos que comprar, y ésta es larga. Me están entrando las dudas si voy a llevar a mi hija al colegio, a la casa de Gran Hermano o le estoy haciendo el ajuar.



- Vaso

- 5 toallas

- Mochila

- Muda completa

- 2 cajas de kleenex

- 1 caja de toallitas húmedas

- 2 juegos de sábanas

- 1 Bata

- 1 cojín para sentarse en el suelo

....



De momento no puedo seguir con este post, porque como véis he de ir de compras ;P



Besos.


jueves, 4 de septiembre de 2008

Las bodas, ¿bendición o maldición? (desde el punto de vista de una invitada)




Primero te anuncian la buena nueva y te alegras, no te paras a pensar que tras ese anuncio llega la invitación y una vez la has abierto y has aceptado acompañar a los novios en tan "bonito" día..., ya no hay vuelta atrás (a no ser por causas mayores, pero está claro que no quedaría bien morir ese día)

Vuelves a leer la invitación, es una boda de tarde/noche, así que, casi, obligatoriamente, has de ir de largo. Te pruebas, seguramente, más vestidos que la propia novia. Como no es una cosa que uses habitualmente no te ves, aunque la vanidad del glamour te puede y te compras ese vestido de escote prominente, con acabados en seda natural. Luego eliges zapatos y bolso a juego, los zapatos con demasiado tacón y el bolso demasiado pequeño, pero tu te los compras. Aquí ya suspiras aliviadas, ¡ya está!, ¡ya lo tienes!, pero te equivocas. Ahora faltan los complementos, joyas varias que solo usarás esa vez, así como el vestido, los zapatos y el bolso. Recorres todos los lugares que conoces en busca de esos complementos perfectos, tampoco muchos, porque entrar en las joyerías de oro y platino lo obvias (a menos que pertenezcas a familias como los Onassis, los Hilton o los Beckam). Por fin, encuentras todos los avalorios y además, te sientes orgullosa si los has conseguido a un precio razonable. Piensas en el dineral que se gasta la famosa de turno en un collar y tu miras el tuyo que da el pego y te ha costado 10€. Hay ya empiezas a templar nervios, todo esta cerrado. ¡Pues no!, ahora queda peluquería y maquillaje. Ojeas revistas, miras en internet, pides asesoramiento a familiares y amigos. Siempre hay alguien que sabe justamente lo que te queda bien. Un corte de pelo a lo Charlize Theron... (Vamos a ver, ¿con mi cara de pan, donde voy con ese corte?) Cuando te decides por la melena al viento, viene alguien y te dice que con el vestido glamouroso, mejor un recogido. Estas en la peluquería, la profesional te hace un recogido, te miras y de nuevo los nervios, ¡Dios mío!, voy disfrazada o en vez de a una boda voy a recoger un oscar. Intentas explicarle a la peluquera, de manera que no se sienta ofendida, que el cardado en el flequillo lo encuentras excesivo. Empieza a desmontar la obra de arte y vuelta a empezar, al final no quedas muy convencida pero desistes y te vas con el peinado a otra parte... A la sala de al lado, que es donde te dan la capa de chapa y pintura. La maquilladora lo hace lo mejor posible, le pides que te dure toda la noche, pero no nos engañemos no se llama Photoshop.

Llega la hora de vestirse e irse, que ya vamos tarde. Al ponerte las medias..., ¡se han roto!, esto pasa, el 85% de las veces, así que mejor tener cinco pares más de repuesto.

Intentas meter en el bolso, las llaves, el movil, el tabaco y el mechero (si fumas), el portamonedas, el paquete de kleenex, la barra de labios, el paquete de chicles mentolados... ¡IMPOSIBLE!, en el bolso de la Srta. Pepis no cabe todo lo que tu tienes que meter, es vital meter todo eso. Otra vez los nervios poseen tu persona, llegas tarde y en el bolso no te cabe nada (¿cómo lo hacía Mary Poppins?)

Llegas a la ceremonia, hace un calor de espanto, pero no has podido meter el abanico en el bolso, no cabía, y en el caso de que este dentro, sabes que si sacas algo del maldito bolso ya no lo podrás volver a cerrar. Si te entra la llorera, rezas porque la señora que tienes al lado te ofrezca un pañuelo (limpio, se entiende), con tal de no tener que abrir tu bolso.

Llega la hora del banquete, primero el aperitivo, donde todo el mundo come compulsivamente, seguramente porque desde las 8 de la mañana que se tomaron el café, no les ha dado tiempo de comer nada más y ya han pasado más de doce horas.

Dos horas después ya no te tienes, tus pies chispean de dolor y acaban de llegar los novios. Se oye un ¡VIVAN LOS NOVIOS! y tomamos asiento. Como los manteles, generalmente, llegan hasta el suelo, la mayoría de las feminas se descalzan para volverse a calzar justo en el momento que el baile queda abierto.

A las 5 de la mañana, cansada como una mula, vuelves arrastras a casa, tu vestido ya no es glamouroso, tu maquillaje se quedó pegado en alguna americana, tu peinado se mantiene, pero esto es a causa de los tres botes de laca que llevas. Empiezas a quitarte horquillas, no las cuentas pero sabes que llevas más de cincuenta. Tu pelo se queda encrespado con forma de moño con telarañas, te metes a la ducha, te acuestas con el pelo mojado y mañana será otro día....



¡VIVAN LOS NOVIOS!



P.D. Entre vestido, complementos, peluquería, maquillaje y regalo de los novios, se te han ido más de un sueldo :(


martes, 15 de julio de 2008

HOY NI ME CALLO, NI ME LEVANTO Y ME VOY... ,Y NO ES CUESTIÓN DE EDUCACIÓN ;)


Hoy voy a contar que, de repente, a los 30 me sale una prima. Y a otros, con casi 50 les llega la edad del pavo. Demostrando así, que la vida no es una línea recta con etapas marcadas para cada momento.

Descubrí a un hombre que peina canas, con la sonrisa de un púber y la mirada chispeante de quien se enamora a los 15 años. Un hombre que decidió pagar por ser feliz. Y se envalentonó y echó andar tras ella.

Sólo puedo que desearles lo mejor, que siempre conserven eso que hoy les une.
Y espero que pronto nos veamos y podamos brindar con un: ¡Adelante mis valientes!
Besos

P.D. C. espero que nos conozcamos pronto (aunque nos viésemos en una ocasión, lo siento, no me acuerdo) y que seas feliz al lado de ese gran hombre... que es mi primo.


lunes, 14 de julio de 2008

KUN FU PANDA


Estimado blogueros,


Deciros que si pensáis ir a ver "Kun fu Panda" porque se pueda asemejar a "Shrek"..., olvidaros. El panda en cuestión es soporífero, aburrido... Eso sí, tiene su mensaje positivo.

He estado leyendo críticas y muchas son las que hablan positivamente, pero, se supone que es una película dirigida al público infantil, y os puedo asegurar que los más de 100 niños que el sábado por la mañana estaban en la misma sala que yo, estaban agobiados a la media hora del film.

Mi hija ya no sabía como ponerse y salió de allí sin decir nada, como si quisiese borrar aquellos momentos para siempre, no ha hecho comentario alguno. Si le hubiese gustado, a estas alturas ya me hubiese hecho comprarle todo el merchandising.


Ahora, ya podéis ir a verla si queréis.


Besos.